10 consejos esenciales para una terapia oral-motora eficaz: .

  1. 1. Crea un vínculo de confianza y respeta los límites
    Antes de empezar cualquier ejercicio, lo más importante es generar un ambiente donde el niño se sienta seguro. El contacto facial y oral puede resultar incómodo e invasivo, por lo que es fundamental ganarse la confianza del paciente. Algunos niños estarán listos en poco tiempo, mientras que otros necesitarán más espacio y acompañamiento. Además, si un niño expresa rechazo o incomodidad, debemos detenernos. Es nuestra responsabilidad adaptar la intervención a su nivel de tolerancia y regulación sensorial.

    2. La higiene es indispensable
    Un entorno limpio y seguro es clave. Mantén tus manos limpias, uñas recortadas, utiliza guantes cuando sea necesario y desinfecta los materiales. Lo ideal es que cada niño cuente con su propio set de herramientas terapéuticas.

    3. Domina el desarrollo típico
    Para detectar desviaciones, primero debes conocer a fondo cómo es el desarrollo normal de las funciones orales. Estudia los hitos del habla y la alimentación para que puedas identificar con precisión dónde se presentan dificultades y cómo intervenir.

    4. Evalúa con profundidad
    Toda intervención debe comenzar con una evaluación detallada que incluya distintos enfoques: entrevistas familiares, pruebas sensoriales, revisión de la alimentación y, sobre todo, un examen oral completo. A veces se pueden pasar por alto detalles cruciales, como una fisura palatina, si no se realiza este paso con atención.

    5. Reconoce tus límites
    Es válido admitir que no siempre tendrás todas las respuestas. La intervención oromotora puede ser compleja, y está bien buscar información, aprender de otros colegas o ajustar tu enfoque según la respuesta del niño.

    6. Trabaja en equipo
    Las dificultades orales muchas veces se relacionan con otras áreas. Colabora con terapeutas ocupacionales, fisioterapeutas, odontólogos, nutricionistas y otorrinolaringólogos para dar un abordaje más completo y efectivo.

    7. Capacita a las familias y planifica actividades en casa
    El progreso en consulta se potencia cuando los ejercicios también se practican en casa. Diseña rutinas claras y sencillas para que los cuidadores puedan implementar lo trabajado. Acompáñalos con recordatorios, guías visuales o cronogramas que faciliten la práctica.

    8. Practica lo que enseñas
    Prueba tú mismo los ejercicios antes de enseñarlos. Esto te ayudará a comprender mejor las sensaciones y dificultades que puede tener el paciente, y te permitirá dar indicaciones más precisas y empáticas.

    9. Actualízate constantemente
    La formación continua es clave. Participa en cursos, revisa investigaciones recientes y busca herramientas basadas en evidencia. Esto enriquecerá tus habilidades clínicas y te mantendrá actualizado con las mejores prácticas.

    10. Relaciona los ejercicios con funciones reales
    Evita ejercicios aislados sin propósito funcional. Toda actividad debe tener un sentido práctico. Por ejemplo, si trabajas lateralización lingual, intenta integrar ese movimiento durante la masticación de un alimento. De esta forma, las habilidades se desarrollan dentro de contextos reales y útiles.

.¡Espero que esta lista de consideraciones sea útil para su práctica! Comparta con nosotros sus ideas y consideraciones sobre la intervención oromotora y consulte los  
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