Las cámaras intraorales han transformado la manera en que los profesionales de la odontologia fonoaudiología evalúan y diagnostican a sus pacientes. Originalmente introducidas en 1987, estas herramientas fueron adaptadas de la tecnología de la industria de seguridad para ofrecer una forma innovadora de obtener imágenes dentales. A pesar de sus inicios costosos y voluminosos, hoy en día las cámaras intraorales son pequeñas, ergonómicas y asequibles, lo que las hace accesibles tanto para clínicos como para pacientes.
Estas cámaras permiten capturar imágenes y videos de alta calidad dentro de la cavidad oral, facilitando la visualización y ampliación de los detalles de la dentadura, caries, lesiones y traumas orales. Con un costo aproximado de $50 USD, se han convertido en una herramienta indispensable en las consultas, permitiendo al paciente y al profesional ver de manera clara los problemas bucales y discutir opciones de tratamiento.
Sin embargo, el uso de cámaras intraorales no se limita solo a la odontología. Investigaciones recientes, como las realizadas por Vergara et al. (2024), han mostrado que estas cámaras también pueden ser utilizadas en la práctica fonoaudiológica, especialmente en el diagnóstico de problemas relacionados con la deglución. En un estudio realizado en un centro de otorrinolaringología en Brasil, se demostró que las cámaras intraorales son capaces de detectar residuos y secreciones faringolaríngeas después de la deglución, lo que podría mejorar la detección de aspiración o penetración.
Aunque los resultados preliminares son prometedores, es importante destacar que las cámaras intraorales no están destinadas a reemplazar exámenes instrumentales más complejos, como la videofluoroscopia. Su uso debe ser complementario, y se requiere un protocolo adecuado de evaluación clínica para asegurar la precisión del diagnóstico. demás, los fonoaudiólogos y otorrinolaringólogos deben estar capacitados en el manejo de estos dispositivos para garantizar la seguridad y efectividad del procedimiento.
Beneficios en la práctica fonoaudiológica
Evaluación rápida y específica: Las cámaras intraorales ofrecen una evaluación rápida y precisa que puede guiar la atención clínica de manera eficiente, evitando pruebas costosas o innecesarias.
Menor invasividad: A diferencia de otros procedimientos, como el FEES, las cámaras intraorales no requieren anestesia local ni intervención invasiva, lo que las convierte en una opción menos traumática para los pacientes.
Mejora en la detección: Son herramientas útiles para identificar problemas de penetración/aspiración o residuos, algo que puede ser difícil de detectar con métodos tradicionales.
Fácil implementación: Los fonoaudiólogos capacitados pueden integrar fácilmente estas cámaras en su práctica clínica sin necesidad de equipos complejos.
Desventajas y limitaciones
Evaluación estática: Las cámaras intraorales no permiten evaluar dinámicamente las fases de la deglución, lo que limita su capacidad para proporcionar información sobre eventos biomecánicos como la elevación laríngea o la apertura del segmento faringoesofágico.
Condiciones anatómicas particulares: Algunas variaciones anatómicas de los pacientes, como la epiglotis caída o la faringe estrecha, pueden hacer que el procedimiento sea difícil de realizar o imposible en ciertos casos.
Reflejo nauseoso: Los pacientes con un reflejo nauseoso exacerbado pueden encontrar el procedimiento incómodo o intolerable.
Calidad de imagen: Aunque las cámaras intraorales ofrecen imágenes de buena calidad, estas no son tan detalladas como las imágenes obtenidas con endoscopios en procedimientos como el FEES.
Conclusión
Las cámaras intraorales se han consolidado como una herramienta valiosa en el diagnóstico tanto odontológico como fonoaudiológico. Si bien sus aplicaciones están en constante evolución y aún requieren estudios adicionales para comprender su impacto clínico, el potencial de esta tecnología para mejorar la atención del paciente es indiscutible. No obstante, su implementación debe estar acompañada de una formación adecuada y de un enfoque complementario con otras técnicas diagnósticas para garantizar su efectividad.



